miércoles, 17 de septiembre de 2008

Las Mujeres que los Hombres Prefieren

Al comienzo de una relación de pareja se tiende a creer que esas pequeñas imperfecciones cambiarán con el tiempo o con la convivencia.Sin embargo, la realidad es otra. No necesariamente quiere decir que las personas aumenten sus defectos con el tiempo, pero si quiere decir que el otro se volverá intolerante y que se sentirá defraudado al ver que su compañero no cambia.

Es precisamente en ese momento, donde según las decisiones que se tomen y según se actúe con respecto a la pareja, la relación se fortalezca o se destruya.

La diferencia es que a las mujeres nos educan tradicionalmente para pedir e incluso exigir el cariño que necesitamos sin ningún recato, mientras que el hombre nunca debe siquiera evidenciar que lo necesita. De ahí que él se resigne con nuestras imperfecciones más fácilmente que nosotras con los defectos de él.

Es claro que a nadie le gusta que le exijan nada, por lo que antes que nada debemos saber que la queja debe hacerse con suavidad y cariño, y más bien como solicitando, en lugar de exigir, pues nadie nos da el derecho de imponer nuestra voluntad a nuestra pareja.

Ahora, es comprensible que se busque respeto, que se espere atención y detalles, que se quiera tener el mismo poder de decisión, que haya igualdad, que nos escuchen y que nos consuelen, en fin elementos claves para la supervivencia de una relación amorosa.

Tampoco debemos esperar que nuestra pareja piense igual que nosotras siempre, es lógico y necesario que haya desacuerdos y que se sepan manejar con madurez como cualquier diferencia y se sepa respetar. De igual forma, no se recomienda esperar que nuestro compañero solucione todo por nosotras, pues ese tipo de mujer que no sabe valerse por sí misma termina siendo molesta para todos los que la rodean.

Lo fundamental y que los hombres realmente admiran en una mujer es que ésta los acepte, los quiera y se comporte como una amiga, como una amante y tal vez sobre todo como una buena compañera, con la cual pueden contar y que los escuchará y aconsejará bien.

La mujer que trata de cambiar a su compañero siempre que le exige cosas que están más allá de sus posibilidades, y que no es capaz de pensar también en las necesidades de él, definitivamente lo ahuyentará y terminará por destruir lo que pudo haber sido una relación sana y duradera por pura necedad.

Así, que el secreto está en solicitar, tomando en cuenta las características del compañero, y saber vivir con sus errores y amarlo por ellos tal y como cuando eran solo novios.

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