sábado, 26 de enero de 2008

Los guerreros de terracota


En el año de 1974 fue descubierto en la ciudad Xi'an, ubicada al noroeste de la República Popular China, el ejército de los guerreros de terracota, una réplica en cerámica del ejército imperial con la ayuda del cual el emperador Qin Shihuang logró unificar China en el año 221 a.C.



Gracias a investigaciones arqueológicas e históricas se estableció que dicho ejército custodiaba desde hacía más de 2.000 años el mausoleo del primer emperador chino; que está conformado por más de 7.000 estatuas ubicadas a un kilómetro y medio de la tumba; dispuesto con la misma formación militar utilizada por el emperador: primero una infantería ligera, seguida por un cuerpo de lanceros con coraza y una facción de caballería, todos flanqueados por una legión de arqueros, arrodillados o de pie y, finalmente, en la retaguardia los comandantes del estado mayor, encargados de planear la batalla.







Cada guerrero fue elaborado en cerámica, a escala natural, utilizando un proceso de producción en serie con moldes para las distintas partes del cuerpo como brazos, manos, torsos y cabezas. No obstante, la cara de cada figura se trabajó de manera individual con el propósito de reproducir un modelo real. Todas las partes fueron unidas, cocidas y posteriormente pintadas.









Los guerreros fueron meticulosamente ataviados. Los rangos militares se definieron claramente por el uso de sus atuendos: los generales fueron ataviados con abrigos, armaduras y sombreros en forma de cresta. Asimismo, el ejército de terracota fue dotado con más de 4.000 armas, entre ellas arcos y ballestas, espadas (tan afiladas como el primer día), ganchos y lanzas elaborados con materiales antioxidantes (cromo) que sólo fueron utilizados en Alemania en la época de los 30 y en USA en los 50.




Una morada imperial para la eternidad


Desde el momento de su ascenso al trono, a los 13 años, Qin Shihuang comenzó la construcción de su mausoleo. El emperador, obsesionado con la búsqueda de la vida eterna, construyó una morada que fuera el reflejo de sus palacios reales y una visión grandiosa de su papel en la tierra.



El historiador Sima Qian, en su libro Los registros o Memorias históricas, una historia general de China, cuenta cómo un monte artificial, el monte Li, alberga un mausoleo bajo tierra en el que "se construyeron réplicas de palacios, torres, y cientos de oficiales, así como instrumentos extraños y objetos maravillosos... se utilizó mercurio para dar forma a los cientos de ríos, el río Amarillo y el Yangzi, así como a los mares, realizándolos de tal manera que parecía que fluían".


El historiador relata que se empleó la mano de obra de más de 700.000 hombres procedentes de todo el imperio para la construcción, que tomó casi 40 años; a la muerte del emperador, por orden de su hijo, las puertas fueron cerradas y su séquito personal, conformado incluso por los artesanos que trabajaron en su elaboración, lo acompañó eternamente en su tumba.


Hoy, a comienzos del siglo XXI, se conoce el ejército que defiende la morada del primer soberano emperador, pero la mayor parte de la tumba se encuentra aún sin explorar. Se espera encontrar en su interior joyas, armas de bronce e innumerables objetos de gran valor artístico e histórico.


FOTO DE CARRUAJE

Réplica en bronce de un liche, carro de guerra cuya tarea era el reconocimiento previo del terreno, con sus diversos accesorios. La réplica del carruaje corresponde a la mitad del tamaño real del vehículo (ORO, PLATA, COBRE, compuesto de 3.632 piezas).

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