Marcha nupcial. Según cuenta la historia la música ahuyenta los malos espíritus además de alegrar los corazones. Por esta razón las ceremonias matrimoniales han sido siempre alegradas con música, En la actualidad en casi todas las bodas, antes y después de la ceremonia, se escucha la marcha nupcial, que fue compuesta por Mendelsohn con motivo de la boda de la princesa Victoria de Inglaterra con el príncipe Guillermo de Prusia.
Lanzar arroz. El arroz era considerado símbolo de fertilidad en la antigüedad, se arroja sobre los novios con el deseo de que tengan muchos hijos. Esta costumbre proviene de Oriente.
La tarta nupcial. Tiene su origen en la época de esplendor de la antigua Roma donde era tradición popular partir un pan de grande dimensiones colocándolo por encima de la cabeza de la novia como símbolo de fertilidad. Los invitados se aprestaban a recoger las migas considerando que les traerían suerte. Desde entonces y hasta nuestros días panes o pasteles siempre se han repartido en las bodas, con el fin de que los invitados participen del festín y de la suerte que ello pueda deparar. En la Inglaterra medieval los invitados llevaban a las bodas tartas que amontonaban y que los novios besaban para después repartirlas entre todos los asistentes. De esta última práctica proviene el tipo de tarta de varios pisos que conocemos hoy en día. Actualmente la tarta nupcial es un punto fuerte de la ceremonia y suele entrar en el salón del banquete acompañada de la marcha nupcial. Los novios realizan el primer corte para después ofrecerla a todos los invitados.
El brindis. El champán es la bebida más característica a la hora del brindis. Al levantar las copas los novios agradecen a los familiares y amigos el estar acompañándoles en ese día tan personal. Del mismo modo cuando son los familiares y amigos los que alzan sus copas, comparten el deseo de dicha y prosperidad para los recién casados.
Cruzar el umbral de la puerta en brazos. Los romanos pensaban que el hecho de que la novia tropezase al entrar en su nuevo hogar era un mal augurio, por lo que el novio la cogía en brazos para evitarlo. Otra tradición dice que era para liberar a la novia de los malos espíritus que la esperaban en el umbral. También se cuenta que era para evitar que la novia titubeara por si sentía cierto reparo al quedarse sola por primera vez con su pareja.
La luna de miel. La tradición de la luna de miel nos llega de los Teutones, pueblo que en la Edad Media vivía en el territorio europeo que ocupa actualmente Alemania, celebraba las bodas bajo luna llena y los contrayentes bebían licor de miel durante 30 días. Huevos a Santa Clara. Los huevos representan lo que nace y el alejamiento de la desgracia. Cuando se llevan huevos a Santa Clara es para solicitar buen tiempo el día de la Boda.
Tocar el claxon. Según la creencia, formar ruido detrás de los novios sirve para ahuyentar a los malos espíritus y se hace desde tiempos transcendentales. Colgar latas viejas en el medio de transporte de los novios o en nuestra época más moderna tocar el claxon, ayuda lógicamente a hacer ruido. En la actualidad se toca el claxon en señal de alegría y además para abrir paso a la comitiva nupcial.
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