La zoóloga Fiona Hunter, de la Universidad de Cambridge comenta que “los pingüinos machos de la isla de Ross, en la Antártida, pagan a las hembras los ratos de sexo con guijarros”.
Los pingüinos utilizan piedras para construir sus nidos, un material muy escaso en Antártida. Aún así las hembras pingüino han encontrado un método de obtenerlas fácilmente cuando las necesitan. Se escapan discretamente cuando sus parejas no las vigilan y se acercan a los nidos dónde hay machos. Entonces se ofrecen a los machos y, tras un rato de sexo, obtienen unos cuántos guijarros como regalo. Afirma que no siempre se consuma el acto sexual, sino que muchos de los machos regalan un par de piedras a cambio de unas simples caricias. Fiona Hunter comenta que observando el nido de una hembra, vio cómo conseguía reunir 62 piedras actuando de esta forma, sin llegar nunca a consumar el acto sexual.
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