Las mascotas que comparten el hogar con nosotros pueden ser, además de una grata compañía, una fuente de contaminación en las cocinas. Pueden minimizar los riesgos con unas pequeñas precauciones:
El animal no debe hacer sus necesidades en la cocina
No deben mantener la escudilla de comida y bebida de su mascota en la cocina ya que puede ser el foco de plagas y desarrollo de microbios
No deben tocar a la mascota, sus juguetes o escudilla al cocinar o manipular alimentos
No dejen que la mascota llegue a la encimera, olisquee o suba sus patas sobre usted mientras cocina.
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